El drama del desencantado que se arrojó a la calle desde el décimo piso, y a medida que caía iba viendo a través de las ventanas personas durmiendo, felicidad entre parejas, un hijo ayudando a su pobre abuelo, una niña llamando a su novio, un adolescente nervioso delante del ordenador, chicos jugando a la play, de modo que en el instante de reventarse contra el pavimento de la calle había cambiado por completo su concepción del mundo, y había llegado a la conclusión de que aquella vida que abandonaba para siempre por la puerta falsa merecía ser vivida.
3º ESO C Amor Guerrero Benítez.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario